UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA (UAB)

LA EDUCACIÓN INFORMAL EN LOS ALBORES DEL SIGLO XXI

© Dr. Pere Marquès Graells, 1999 (última revisión: 12/01/09 )

Departamento de Pedagogía Aplicada, Facultad de Educación, UAB

los medios de comunicación y la educación informal - el advenimiento de la sociedad de la información - la educación informal en la era Internet - la escuela paralela hoy- la escuela del futuro: integrando la educación formal y la educación informal - fuentes de información

VER TAMBIÉN: impacto de las TIC en el mundo educativo; funciones y limitaciones de las TIC en educación.


LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA EDUCACIÓN INFORMAL ANTES DE INTERNET.

A lo largo del siglo XX, los medios de comunicación fueron adquiriendo un papel cada vez más relevante en la vida de las personas. Más allá de los libros, la gran difusión de la prensa (ya iniciada el XIX), el cine, la radio y, sobre todo, la progresiva universalización de la TV y el teléfono a partir de los años 60 y 70, influyeron sustantivamente en la organización de la vida social y doméstica, y se convirtieron en  poderosos agentes educativos, transmisores de la cultura dominante, pero también de las culturas (en plural) y en definitiva de la Cultura (en mayúscula).

Los medios de comunicación (incluimos aquí los "mass media" - medios de comunicación social - y también los "self media" - como el teléfono, el vídeo o las videoconsolas-), con sus múltiples  dimensiones (informativa, comunicativa, formativa, gestora y de entretenimiento) nos proporcionan un abanico de funcionalidades que facilitan la satisfacción de algunas de nuestras necesidades, pero que introducen cambios sustantivos e inéditos hasta el momento en la vida de las personas y en la organización social. En este sentido destacamos los siguientes hechos:

- Los medios de comunicación ponen a nuestro alcance muchísima información, ampliando así nuestro entorno visual y perceptivo en general. La prensa, la radio y la TV nos tienen al corriente de lo que pasa en todas partes, podemos conocer fácilmente distintas culturas, puntos de vista, aunque también aumentan las posibilidades de que "expertos" en la manipulación de las personas modelen nuestros gustos y nuestros valores de referencia.

En cualquier caso, nuestro contexto vital se agranda; somos ciudadanos de un mundo del que cada vez conocemos más cosas y podemos estar al corriente de lo más relevante que ocurre en cada momento y en cada lugar (o al menos de lo que los "mass media" seleccionan como más relevante para nosotros)

- Con los medios de comunicación resulta fácil comunicarse con las personas que son "importantes" para nosotros (a nivel personal o laboral). La difusión universal del teléfono y los "mas media" rompe el aislamiento al que nos sometía nuestra separación en el espacio y se amplia nuestro entorno relacional: en unos segundos el teléfono nos pone en contacto con cualquier persona, desde la radio o la televisión podemos llegar a grandes audiencias, la prensa nos permite difundir anuncios y expresar nuestras opiniones a grandes colectivos, etc.

- Los medios de comunicación nos facilitan la realización de trámites y gestiones, especialmente mediante la interacción que proporcionan algunos medios como el teléfono, la inserción de anuncios en la prensa...

- Los medios de comunicación nos proporcionan nuevas formas de entretenimiento,  nuevas maneras de "invertir" nuestro tiempo y de pasar el rato agradablemente, que rivalizan con ventaja (acceso sin desplazamientos, oferta diversificada...) con las formas tradicionales de ocio: lectura, conversación con familiares y amigos, audición de música, paseos, deporte...

Algunos medios, como la televisión y el teléfono, hasta nos permiten el capricho de ir de compras sin movernos de casa; casi todos los canales de televisión tienen un espacio de teletienda..

 - Los medios de comunicación nos obligan a redistribuir el tiempo disponible entre las actividades que podemos o debemos realizar, especialmente el tiempo que dedicamos al ocio. Prensa, cine, TV, vídeo... exigen tiempo, un tiempo que debemos restar a otras actividades. El día tiene 24 h., y esto supone una constante insoslayable.

Así, el creciente consumo de los medios de comunicación conlleva necesariamente que leamos menos libros, hablemos menos con la gente, etc. Y esto no se puede calificar "a priori" como malo o bueno;  la valoración en todo caso dependerá del reajuste que cada uno de nosotros haga de la distribución de su tiempo de acuerdo con sus circunstancias (recordemos a Ortega y Gasset).

En la evolución histórica de la Humanidad, esta necesidad de reorganizar el tiempo personal y la dinámica social se ha presentado muy a menudo asociada a nuevos descubrimientos. Por ejemplo, los hombres y mujeres del Paleolítico ya tuvieron que reorganizar su tiempo y su organización social cuando evolucionaron hacia el Neolítico y descubrieron las posibilidades de la agricultura y la ganadería.

- Los medios de comunicación nos forman. Sus canales informativos, y también sus funcionalidades comunicativas, constituyen poderosos medios de educación informal con los cuales aprendemos - a veces ocasionalmente y a veces de manera intencional - conocimientos y habilidades, útiles e inútiles, correctos y erróneos, pero muchos de ellos válidos y necesarios para la vida. Además, especialmente el cine y la TV, nos impactan continuamente con modelos de conducta y criterios de valor que muchas veces modelan nuestro sistema de valores, inducen actitudes y nos impulsan a imitar ciertas conductas.

Si su influencia sobre los adultos es notoria, aún lo es mucho más sobre los niños y los jóvenes. Y es que parte de la educación informal que antes proporcionaba el entorno familiar a los hijos ahora, al reducirse los momentos de reunión y conversación de la familia y aumentar el consumo de estos atractivos medios,  son los medios de comunicación los que les proveen -apenas sin control y no siempre de manera adecuada- muchos de estos conocimientos, habilidades y referencias que necesitan los jóvenes para ir construyendo su personalidad y actuar socialmente. Esta reducción de la incidencia familiar en la educación de los hijos se debe a múltiples causas: desde la mayor integración de la mujer en el mundo laboral, y pasando precisamente por la redistribución de "su tiempo" que hacen los padres cuando integran el uso de estos medios en su vida cotidiana, hasta la incertidumbre e inseguridad como educadores y transmisores de valores que sienten ante los vertiginosos cambios culturales y sociales que estamos viviendo.

Por otra parte ya sabemos que la escuela, y la educación formal que proporciona, agobiada por los complejos programas de conocimientos que deberían adquirir todos los alumnos a veces está alejada de las necesidades culturales, cognitivas y emotivas más inmediatas de los estudiantes.

Finalmente, otro aspecto sustantivo a considerar es que al aumentar el tiempo que dedicamos a los medios de comunicación, obviamente aumentan su campo de influencia y su potencialidad formativa. Comparando el tiempo que dedicaban las personas a principios de siglo XX a los medios de comunicación y el que les dedicamos actualmente, podemos estimar desde otra perspectiva su tremendo potencial de influencia hoy en día.

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EL ADVENIMIENTO DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN.

A mediados del siglo XX, y con la invención del ordenador, se va consolidando una nueva rama del saber, la informática, que estudia formas eficaces y eficientes de procesar de la información con medios automáticos. En la década de los 80, y con la aparición de los ordenadores personales (potentes, manejables y a precios asequibles) se produce una rápida difusión de los sistemas informáticos (hardware y software) que a su vez inducen importantes transformaciones en la organización del trabajo y en  la sociedad en general. Los ámbitos económico-laborales son los más afectados, ya que es aquí donde se aprovechan de manera más exhaustiva las funcionalidades de estos nuevos instrumentos tecnológicos (rapidez y fiabilidad de proceso de la información, interactividad y automatización de trabajos, capacidad de almacenamiento, versatilidad, bajo coste...). Pero poco a poco su uso se extiende a casi todas las actividades humanas, incluyendo el ocio (videojuegos) y la formación (acceso a bases de datos, software educativo).

Más tarde, y de manera simultanea a los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Internacional de Sevilla, en el mundo se produce otro acontecimiento que marcará un hito en el proceso histórico de nuestra sociedad: aparece la "World Wide Web" (WWW), un nuevo entorno informativo-comunicativo en Internet, sencillo, intuitivo, capaz de organizar hipertextualmente todo tipo de información y de integrar cualquier tipo de media (texto, imagen, sonido, vídeo...).

Con la WWW se dispara el imparable proceso de difusión universal de Internet y de todos sus servicios: correo electrónico, chats y videochats, otros foros virtuales y, por supuesto, la edición de páginas web de todo tipo. De todas las nuevas tecnologías, es Internet la que tiene un mayor potencial "revolucionario", ya que nos permite realizar "a distancia" y en cualquier momento muchísimas de las actividades que antes requerían presencialidad, facilitando además el desarrollo de nuevas actividades, muchas de ellas enriquecedoras de nuestra personalidad y de nuestra forma de vida, hasta ahora imposibles e incluso impensables.

Las posibilidades que ofrece Internet como medio publicación a nivel planetario (noticias, documentos, creaciones personales, presentación institucional...) y como inmensa fuente universal de información sobre cualquier tema, así como sus excepcionales funcionalidades como canal de comunicación sincrónico y también asincrónico, textual y multimedia,  proporcionan, combinadas con la capacidad de proceso de los ordenadores y la digitalización generalizada de la información, las herramientas idóneas para impulsar la globalización económica y cultural que propugna la ideología neoliberal dominante (ver: <http://peremarques.net/tic.htm>). De esta manera, en los albores del siglo XXI va emergiendo una nueva sociedad que se estaba gestando desde el advenimiento de los ordenadores unas décadas atrás: la sociedad de la información.

La sociedad de la información (ver: <http://peremarques.net/si.htm>) supone una ruptura definitiva con la sociedad industrial, el modelo anterior de organización social. Con el impulso que proporcionan el frenético avance científico actual (sobre todo en campos como la microelectrónica y la bioingeniería) y la hegemónica visión neoliberal y globalizadora de la economía que las TIC hacen viable, rápidamente se van transformando los sistemas económicos y los perfiles profesionales, las pautas comerciales y las normas de convivencia; toda nuestra forma de vivir está en continuo cambio. Los nuevos instrumentos tecnológicos y las nuevas visiones del mundo que se instalan en los países más desarrollados, suponen el advenimiento de una nueva cultura que transforma rápidamente nuestra sociedad y ahonda las distancias con las sociedades menos evolucionadas.

Entre las características que definen esta nueva sociedad de la información (ver CASTELLS, 1997;  MAJÓ y MARQUÈS, 2002)  destacamos:

Estamos ante un nuevo mundo, supercomunicado, más accesible, dinámico, apasionante, lleno de posibilidades para el desarrollo personal y social, pero también lleno de nuevos retos y problemas. Y más allá de las preocupantes problemáticas de carácter ecológico, el mayor de estos problemas es la exclusión. Los países y las personas que no tienen la posibilidad de acceder a los nuevos instrumentos, a la nueva cultura, quedan marginados, excluidos y cada vez más alejados de este nuevo y prometedor mundo del que hablamos.

Y es que de la misma manera que para disfrutar de los canales informativos y comunicativos que nos ofrecía el siglo XX hacía falta disponer de una radio, de un televisor..., ahora para estar plenamente integrado en la sociedad de la información es necesario disponer de un teléfono móvil y tener en casa de un ordenador conectado a Internet, lo que no está al alcance de todos.

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LA EDUCACIÓN INFORMAL EN LA ERA INTERNET: ENTRE EL MUNDO FÍSICO Y EL CIBERESPACIO

A finales del siglo XX, con la llegada de la "galaxia Internet", los canales a través de los cuales las personas podemos acceder a la información y podemos comunicarnos (la información y la comunicación son dos pilares básicos del aprendizaje), aumentan extraordinariamente. Además, el ciberespacio que genera Internet es un nuevo entorno de relación, similar aunque diferenciado al mundo físico, en el que podemos hacer buena parte de las actividades que tradicionalmente realizamos en éste: charlar, negociar, aprender cosas, hacer gestiones diversas... (el tercer entorno del que nos habla  ECHEVERRÍA, 1999)

A los medios de comunicación e información tradicionales como los libros y la prensa, la radio, la TV y el vídeo, el teléfono, las reuniones con amigos y familiares, y más recientemente los videojuegos, el software educativo y las bases de datos en CD-ROM, que suponen una importante fuente de educación informal, ahora se unen también los nuevos medios de telecomunicación:

Con el advenimiento de Internet, donde además van convergiendo los demás medios de comunicación (prensa digital, radio y Tv digital...), al empezar el nuevo siglo nos encontramos nuevamente ante la necesidad de redistribuir nuestro tiempo disponible. Para poder utilizar estos nuevos canales debemos liberar el tiempo que ocupábamos en otros medios que antes merecían más nuestra atención: la TV, los videojuegos, las reuniones con amigos, la lectura de libros y revistas...

Y es que ahora las personas podemos repartir nuestra vida, nuestra interacción con el entorno entre dos mundos: el mundo presencial, de naturaleza física, tangible, constituido por átomos, regido por las leyes del espacio, en el que hay distancias; y el ciberespacio, de naturaleza  virtual, constituido por bits, libre de las limitaciones que nos impone el espacio, sin distancias. No obstante, los dos mundos comparten un importante parámetro que rige nuestra vida: el tiempo. Nuestro tiempo sigue siendo de 24 horas cada día, con independencia de que las pasemos en el espacio real o en el ciberespacio. Nuestro tiempo diario y vital sigue estando limitado.

Pero no cabe duda de que disponemos de muchas más ocasiones y medios para informarnos, para comunicarnos, para relacionarnos, para ser sujetos pasivos y activos de la educación informal.

Además, los medios y canales tradicionales de información y comunicación que ocupaban nuestro tiempo cuando no teníamos la opción del ciberespacio, y a través de los cuales recibíamos también importantes dosis de educación informal, tenían muchas limitaciones; por ejemplo:

Estas limitaciones, junto con un cierto control del dinero de los más jóvenes,  facilitaban que de alguna manera muchas veces la familia pudiera ejercer una cierta tutela sobre las actividades de ocio de sus hijos y sobre las consiguientes fuentes de educación informal.

Ahora, con los nuevos, baratos y ubícuos medios y canales de comunicación e información que nos ofrece la telefonía móvil e Internet, estas limitaciones desaparecen. Y con ello se debilitan los tradicionales sistemas de control familiar. Si tenemos acceso al ciberespacio tenemos a nuestro alcance una información casi infinita sobre casi cualquier tema, lecturas, música, vídeos, videojuegos y posibilidades de comunicación (sin grandes requerimientos protocolarios) con cualquier persona o grupo que tenga presencia en el ciberespacio.

En el nuevo marco de la sociedad de la información, donde incluso los más jóvenes disponen de un fácil acceso universal a la información y la comunicación (móvil, Internet en casa y en el cibercafé),  la familia debe proporcionar, más que nunca si cabe, ejemplo y modelos de referencia. Cuando el control se hace casi imposible, solamente la "educación", la convicción por parte de los individuos de lo que es o no correcto podrá establecer cauces y ofrecer guías seguras para navegar por esta sociedad cambiante que nos pone al alcance de la mano todo tipo de sugestivas, pero no siempre convenientes, posibilidades.

No hay duda de que bien utilizado, el ciberespacio aumenta significativamente la calidad de vida de las personas y sus oportunidades de relación y de desarrollo personal. Además, el ciberespacio es un instrumento idóneo para facilitar buena parte de esta formación continua que vamos a necesitar todos a lo largo de nuestra vida.

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LA ESCUELA PARALELA HOY

Sin duda, la sociedad de la información, y sus infinitas posibilidades de información y comunicación (prensa, radio, TV, videojuegos y bases de datos, Internet...), proporciona una verdadera escuela paralela a los ciudadanos, un poderoso entorno de educación informal que ejerce una continua influencia sobre los miembros de esta sociedad y encierra un gran potencial de creatividad y desarrollo personal. Gubern, (1987) se refiere a los nuevos medios tecnológicos como "densa y omnipresente iconosfera contemporánea que tiende a reemplazar nuestra experiencia directa de la realidad por una experiencia vicarial e indirecta de la misma, intensamente mediada (y por lo tanto interpretada), en forma de mensajes manufacturada por expertos de las industrias culturales, aunque oculten celosamente su condición de filtrada, manipulada o tergiversada" (1987: 400)

Así los nuevos medios y sus numerosos productos (cargados de estereotipos) llegan a los destinatarios (niños, jóvenes y adultos) de forma directa e inmediata, a veces de manera individualizada (Internet, por ejemplo) sin que otros agentes educativos puedan actuar como mediadores orientando su utilización e interpretación. La recepción de la información (ubicua y sobreabundante) es cada vez más una actividad individual, y dada la abundancia de los mensajes, resulta casi incontrolable. Ya en 1974 McLuhan comentaba que "hoy en nuestras ciudades, la mayor parte de la enseñanza tiene lugar fuera de la escuela. La cantidad de información comunicada por la prensa, las revistas, las películas, la televisión y la radio, exceden en gran medida a la cantidad de información comunicada por la instrucción y los textos en la escuela. Este desafío ha destruido el monopolio del libro como ayuda a la enseñanza y ha derribado los propios muros de las aulas de modo tan repentino que estamos confundidos, desconcertados" (1974: 233)

Además, como apunta Abraham Moles (1975), el predominio audiovisual está determinando una cultura distinta, una cultura mosaico, que se nos muestra como un conjunto de fragmentos yuxtapuestos, sin ejes de referencia, donde ninguna idea es necesariamente la principal pero muchas ideas son importantes. Por otra parte, si en las situaciones de interacción personal la comunicación se elabora generalmente con la palabra (que tiene unos significados bastante precisos), en el lenguaje audiovisual que utilizan los medios de comunicación el significante adquiere una gran importancia transmitiendo muchas veces mensajes altamente polisémicos. En cualquier caso, estos medios de comunicación influyen en los receptores a través del vocabulario que utilizan, las categorías conceptuales que establecen, las relaciones que plantean... y, por supuesto las ideologías y criterios de valor que presentan.

Por todo ello, y para conseguir ciudadanos que no vivan dominados por los omnipresentes medios de comunicación, es fundamental que las instituciones educativas contribuyan a sistematizar las múltiples informaciones mosaico recibidas (Dieuzeide, 1980) y proporcionen a los estudiantes una educación para los medios de comunicación, desarrollando una capacidad de criterio que les permita discernir y aplicar valoraciones críticas (a partir de criterios científicos, humanistas y estéticos) sobre la información recibida, especialmente en el caso de los mensajes audiovisuales (polisémicos e inductores de una alta resonancia emotiva).

Hay que tener en cuenta que aunque los jóvenes que nacen en este contexto de comunicaciones audiovisuales y telemáticas obviamente están mucho más preparados que las generaciones anteriores para interpretar y valorar estos mensajes (muchos de ellos pasan más tiempo ante la televisión, videojuegos, Internet... que en la escuela o relacionandose con los amigos y la familia), la escuela debe ayudarles a seleccionar y estructurar la información que pueda resultarles útil para construir su propia identidad y actuar en cada circunstancia concretas.

Por otra parte, disponiendo de los canales comunicativos bidireccionales que actualmente proporciona la telemática (redes de comunicación interactivas, abiertas, multiculturales y democráticas), la educación para los medios no debe limitarse a formar receptores críticos, también se debe potenciar la capacidad comunicativa de las personas y formar emirecs (emisores - receptores), sin duda la mejor manera de enfrentarse a la unidireccionalidad , el monopolio de la información y la censura que pueden imperar en los medios de comunicación convencionales. Como dice Aguirregabiría (1988:16), "cuando cada día nos aproximamos más a lo que se ha denominado 'sociedad desescolarizada', en la que los niños y adolescentes, y toda la población, recibe un caudal inmenso de información a través de canales como los 'mass media', el efecto y el objetivo del sistema educativo debe modificarse, procurando ante todo educar a los jóvenes para no sólo entender sino también saber expresarse mediante los nuevos lenguajes de comunicación audiovisual, informático, telemático..."

Con todo, y a pesar de la espectación que en determinados momentos levantaron por su potencial renovador de las metodologías didácticas tradicionales, los sistemas escolares hasta ahora apenas han aprovechado las ventajas que pueden aportar estos medios (motivación, fuente de información, plasticidad y atractivo del formato audiovisual...) ni se han preocupado seriamente de integrar en la actividad educativa de la escuela el creciente volumen de conocimientos que los estudiantes obtienen informalmente por estos canales. Así, omnipresente y atractiva, la escuela paralela (superficial y llena de inexactitudes, cargada de contravalores y donde coexisten de manera indiferenciada realidad y ficción) crece pujante en nuestras sociedades compitiendo con las instituciones escolares en la formación de los ciudadanos.

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PERFILES DE LA ESCUELA DEL FUTURO: INTEGRANDO LA EDUCACIÓN FORMAL Y LA EDUCACIÓN INFORMAL

El impacto de los cambios que conlleva la emergente sociedad de la información y muy particularmente la difusión de las tecnologías de la información y las comunicaciones, alcanza a todos los ámbitos de la actividad humana, y el mundo educativo se está viendo especialmente afectado (ver <http://peremarques.net/impacto.htm>). Todo debe ser revisado: desde la razón de ser de la escuela y demás instituciones educativas, hasta la formación que necesitamos hoy en día las personas, la forma de enseñar y de aprender o  los medios que utilizamos para ello.

Para evolucionar hacia esta "escuela del futuro", de la que ya podemos ver algunos perfiles en los centros más innovadores, es necesario realizar profundos cambios en los contenidos que se imparten, en las infraestructuras de los centros,  en los medios y metodologías docentes, en la formación del profesorado, en la organización del sistema educativo (ver: <http://peremarques.net/perfiles.htm>). Y es que la escuela del futuro sobrepasará por fin los límites de sus paredes y se abrirá a la sociedad, pasará a ser el elemento integrador de la tradicional educación formal -los contenidos básicos representativos de la "cultura oficial" que se explicitan en el currículum- y la poderosa educación informal que proporciona el entorno vital de las personas, cada vez más omnipresente y ahora también donde quiera que esté un acceso a Internet.

Además hay que tener en cuenta que en pocos años todos los teléfonos móviles serán "móviles internauta" y ofrecerán pleno acceso a los servicios de Internet,  las aulas de los centros docentes tendrán una pizarra digital conectada a Internet de alta velocidad (ver: <http://peremarques.net/pizarra.htm>) y las familias dispondrán de acceso permanente a Internet desde su casa mediante un ordenador o simplemente desde la televisión (actualmente en nuestro país - uno de los más atrasados de la Unión Europea en este sentido - ya lo tienen cerca de un 30% de las familias; en USA está presente en más de la mitad de los hogares).

Por otra parte, la escuela del futuro romperá también las barreras temporales que constreñían su papel a la provisión de una formación básica durante la primera etapa de la vida de los estudiantes, extendiendo su ámbito de actuación a lo largo de toda la vida de las personas como institución de referencia para proporcionar a los ciudadanos las competencias básicas necesarias en cada momento y orientar  a cada individuo en sus necesidades de formación especializada. Para ello contará con unas secciones para adultos que facilitarán la conexión a toda una pléyade de instituciones educativas presenciales y on-line: centros de formación profesional, universidades, centros de formación dependientes de grandes empresas...

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FUENTES DE INFORMACIÓN

Referencias bibliográficas:

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http//peremarques.net