Rolland VIAU (1994). "Pédagogies en développement. Problématiques et recherches". Canadá: Boeck Université Saint Lorent
(proporcionado por Carlos Guallart mailto:cguallart@sendanet.es )
1. DEFINICIÓN DE MOTIVACIÓN
La motivación en contexto escolar es un estado dinámico que tiene sus
orígenes en las percepciones que un alumno tiene de él mismo y de su
entorno y que le incita a elegir una actividad, a comprometerse con ella y
a perseverar en su finalización con el fin de alcanzar una meta.
1º. Así definida, la motivación no, se encuentra únicamente en el objeto de
aprendizaje, sino en las condiciones en las que se desarrolla el
aprendizaje y en las percepciones que el alumno tiene de la actividad
pedagógica que le es propuesta. Esta distinción es importante, pues
significa que un profesor no debe de esperar que sólo
* la materia sirva para motivar a sus alumnos;
serán igualmente las
* condiciones de aprendizaje que el sabrá crear y,
* la forma en que los alumnos las perciban
las que influirán en la motivación.
2º. Además, esta definición implica una distinción entre la motivación y la
pasión o el interés inmediato y espontáneo que un alumno puede tener en
algunas actividades como escuchar música o jugar un partido con los amigos.
* En la motivación, el alumno elige deliberadamente actividades, se empeña
en ellas y persevera con el fin de alcanzar un objetivo.
* El interés y la pasión por una materia o por actividades de enseñanza y
aprendizaje son deseables pero no acompaña necesariamente a la motivación.
En un contexto escolar, el proceso de aprendizaje está influenciado por un
conjunto complejo de variables relacionadas entre ellas. Con el fin de
visualizar y comprender mejor las interacciones de estas variables y el
lugar que ocupa la motivación en este conjunto proponemos pasar de una
visión macroscópica de estas variables a una vista microscópica de las
carac-terísticas individuales del alumno, entre las que figura la
motivación.
2. PLANO GENERAL DE LAS VARIABLES QUE INFLUYEN EN EL APRENDIZAJE ESCOLAR
1º. Aunque el aprendizaje resulta de la relación pedagógica que se
establece en-tre el profesor, el alumno y la materia, está igualmente
influenciado por un gran número de variables externas a esta relación:
* Variables relativas a la familia
* Variables relativas al estudiante
* Variables relativas a la institución
* Variables relativas al profesorado
* Variables relativas a la sociedad.
2º. Existe una relación estrecha entre ellas:
* familia-sociedad
* profesor-institución
* etc.
3. PLANO MEDIO DE LA RELACIÓN PEDAGÓGICA EN EL MEDIO ESCOLAR
La figura muestra cómo se representan los vínculos que unen los tres
componentes de la relación pedagógica en el medio escolar, es decir, el
alumno, el profesor y la materia. Esta relación pedagógica se subdivide en:
relación de apren-dizaje, relación didáctica y relación de enseñanza.
* En la relación de aprendizaje el alumno se encuentra en relación di-recta
con la materia, sin la mediación del profesor. Esta relación estable-ce,
cuando el alumno ha cumplido, sólo o en equipo, actividades de aprendizaje
en clase o realización de trabajos escolares en casa o en la biblioteca. En
general, esta relación está mediatizada, puesto que reposa a menudo sobre
material didáctico escrito, audiovisual o informático.
* En cuanto a la relación didáctica, une al profesor con la materia que
debe comunicar a sus alumnos. Este relación lleva al profesor a adaptar el
contenido una disciplina para hacer una materia escolar y a definir los
objetivos pedagógicos según el nivel de aprendizaje que el alumno debe de
alcanzar.
* A través de la relación de enseñanza, el profesor intenta hacer adquirir
conocimientos a sus alumnos eligiendo y concibiendo actividades de
enseñanza, como exposiciones libres o discusiones en clase.
4. PRIMER PLANO SOBRE EL PROCESO DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE
La figura esquematiza las principales tareas efectuadas por el profesor y
el alumno en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
A) Tareas del profesor
* En primer lugar debe de elegir la materia que va a enseñar a sus
alumnos. A conti-nuación, debe de organizarla de forma que sea más fácil
aprenderla. Por fin él de-be de fijarse los objetivos pedagógicos a
alcanzar.
Cumpliendo estas primeras tareas, el profesor puede ya preocuparse
por la motiva-ción de sus alumnos. Puede, en efecto, preguntarse si la
materia y los objetivos propuestos pueden motivar a sus alumnos
planteándose cuestiones como:
- ¿ Tiene mi materia en sí elementos que puedan motivar a mis alumnos?
- ¿Cuáles pueden encontrar ellos interesantes?
- ¿He definido los objetivos de mi curso de manera que los alumnos vean
toda su importancia?
* El profesor tiene igualmente por tarea concebir actividades de enseñanza
y de aprendizaje . Estos dos tipos de actividades se distinguen también por
el papel que el profesor y el alumno deben de jugar.
- En las actividades de enseñanza el profesor es el actor principal cuyo
papel es el de comu-nicar la materia sus alumnos. La exposición es la
actividad de enseñanza más común y seguramente la más utilizada.
- En las actividades de aprendizaje, es el alumno que el se convierte en el
actor principal: su papel no es recibir informaciones, sino aplicarlas o
utilizarlas a fin de resolver los pro-blemas o ejercicios que el profesor
le propone .
* Una última tarea, asumida por el profesor y que se desarrolla durante y
después del aprendizaje, es la evaluación. Es posible concebir la
evaluación de forma más formativa y así contribuir a informar a los alumnos
sobre muchos aspectos de su aprendizaje.
B) Tareas de los alumnos
1º. En el medio escolar, el alumno tiene que cumplir diferentes tareas,
pero la más importante y sin objeción es la de adquirir conocimientos. El
tratamien-to de la información depende del tipo de conocimientos que debe
de adquirir. Los conocimientos no se registran todos de la misma manera en
la memoria de una persona.
* Los conocimientos procedimentales permiten a una persona intervenir en su
entorno. Corresponden a lo que llamamos habilidades o saber-hacer: aprender
a leer, a prender a contar, resolver un problema, escribir un texto,
programar un ordenador, etc. Los conocimientos procedimentales no se
ad-quieren intuitivamente.
La enseñanza de conocimientos procedimentales dan pocos problemas
de mo-tivación, pues en general los alumnos están motivados a prender a
hacer "cosas prácticas que les sirven" como ellos dicen a menudo. Por el
contrario, es sobre todo en la enseñanza de los conocimientos declarativos
donde se en-cuentran los problemas de motivación.
* Los conocimientos declarativos corresponden a los conocimientos teóri-cos
o a los que algunos llaman el saber.. Nos permiten a menudo comprender y
explicar los fenómenos que se producen a nuestro alrededor.
2º. Para adquirir conocimientos procedimentales y declarativos, los alumnos
de-ben de tratarlos, es decir, capturarlos por los órganos sensoriales,
transfor-marlos e integrarlos en los conocimientos que ellos tienen ya
almacenados en la memoria. Este tratamiento cognitivo está facilitado por
las estrate-gias de aprendizaje y de autorregulación.
* Las estrategias de autorregulación ayudan al alumno a planificar la forma
en que deberá tratar la información, gerenciar sus procesos de aprendizaje
y automotivarse. Existen tres tipos de estrategias de autorregulación: las
estrate-gias metacognitivas, las estrategias de gestión y las estrategias
de moti-vación.
* La adquisición de conocimientos con la ayuda de estrategias de
aprendizaje y autorregulación difiere según los alumnos. Las
características individuales de los alumnos son en la mayor parte de los
casos la causa. Las características individuales, de la motivación, obran
como un filtro que viene a dirigir la cir-culación de la información
proporcionada por el profesor, la cual afecta o perjudica en consecuencia
al tratamiento que los alumnos hacen.
5. LA MOTIVACIÓN UNA CARACTERÍSTICA INDIVIDUAL
Las características individuales son los rasgos de una persona que hacen
que sus comportamientos sean diferentes de los otras personas. Las
principales características individuales que han sido objeto de estudio en
el contexto escolar son:
La inteligencia.
* Antes: la única característica individual a tener en cuenta en el
aprendizaje escolar.
* ahora: variable que no se debe de tener en cuenta en el aprendizaje escolar.
* GARDNER (1983) y STENBERG (1986): inteligencia es una característica en
constante evolución.
Los conocimientos anteriores.
* Conjunto de informaciones, ideas, percepciones, conceptos e imágenes, así
como impactos de experiencias emocionales, contenidos en la memoria a largo
plazo y usuarios del lenguaje" (LEGENDRE, 1993, pág., 244)
* La corriente constructivista en pedagogía hacen de ellos la piedra
angular de la en-señanza: Todo aprendizaje significativo es el resultado de
una actividad de un aprendiz que da sentido a partir de concepciones
previas movilizadas y en fun-ción de situaciones de información que él
posee. Estas representaciones consti-tuyen la parrilla de lectura del
aprendiz. (BERTRAND, 1992)
Los estilos cognitivos y los estilos de aprendizaje
* Un estilo cognitivo es "una aproximación personal, global y relativamente
estable que caracteriza la manera distinta que prefiere utilizar una
persona para pensar, aprender, comprender, organizar su experiencia y su
saber, percibir y tratar la in-formación, aprehender elementos perceptibles
o resolver un problema en una gran variedad de situaciones" (LEGENDRE,
1993, pág., 1195).
* Un estilo de aprendizaje es el modo preferencial modificable a través del
cual al sujeto le gusta dominar un aprendizaje y resolver un problema.
Contrariamente al estilo cognitivo, el estilo de aprendizaje no es un rasgo
innato en una persona, sino que corresponde, más bien, a una preferencia
por ciertas actividades.
La emoción
* Estado afectivo que comporta sensaciones, sean deseadas o aversivas, que
tienen un comienzo preciso, ligado a un objeto concreto y que posee una
duración rela-tivamente breve: la alegría, la sorpresa, la tristeza, el
miedo, la desgana, la ver-güenza, la cólera, están entre las emociones más
comunes.
La ansiedad
* Sobreviene cuando una persona percibe una situación o acontecimiento como
amenazante y teme las consecuencias.
* Los alumnos que mejor hacen las tareas difíciles son los menos ansiosos.
Los alumnos ansiosos son en general los que prefieren las actividades de
enseñanza y de aprendizaje en las que las exigencias y consignas estén
claramente formuladas (SINCLAIR, 1987). Un mínimo de ansiedad es necesaria
para un resultado bue-no; demasiada ansiedad, daña los resultado (PETERSON,
1977).
La motivación
* En general, se clasifica la motivación entre las características
afectivas del aluno, si bien la corriente cognitivista en educación lleva a
algunos autores a conside-rarla como una característica cognitiva. Esta
divergencia de punto de vista mues-tra qué difícil es dividir el ser humano
en diferentes partes y clasificarlas según categorías claras y distintas.
Lo importante es que todos se acuerden de decir que la motivación es un
elemento esencial a considerar en la explicación del compor-tamiento de los
alumnos a lo largo del aprendizaje.
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2. UN MODELO DE MOTIVACIÓN EN EL CONTEXTO ESCOLAR.
A partir de la definición:
La motivación en contexto escolar es un estado dinámico que tiene sus
orí-genes en las percepciones que un alumno tiene de él mismo y de su
entorno y que le incita a elegir una actividad, a comprometerse con ella y
a perseverar en su finalización con el fin de alcanzar una meta.
2.1. Los componentes del modelo.
El contexto no es una componente relativo para el alumno, pero ella está en
el origen de la dinámica motivacional. En general, el contexto se traduce
para el alumno en actividades de enseñanza y aprendizaje. Las actividades
de enseñanza y aprendizaje tienen dos denominadores comunes:
* ellas exigen un compromiso cognitivo por parte del alumno y,
* su contenido es una materia escolar.
Este último denominador es importante, pues la motivación de un alumno está
influencia tanto por la actividad en sí como por los contenidos que ella
vehi-cula.
Es necesario ver el contexto como un conjunto diversificado de estímulos
que influencian las percepciones que un alumno tiene de sí mismo. Los
conflictos entre compañeros, las tensiones con los profesores o la
dirección, son igualmente acontecimientos que influyen en la percepción que
el alumno tiene de sí mismo. Sin subestimar la importancia de estos
acontecimientos hemos puesto el acento en las actividades de enseñanza y
aprendizaje, porque creemos que es por su intermedia-ción que el profesor
tiene posibilidades de mejorar la motivación del alumno.
Los otros siete componentes se refieren directamente al alumno. Los he-mos
agrupado en determinantes y en indicadores para que el lector pueda
en-tender la dinámica motivacional del modelo.
Aquí va el esquema del modelo: documento vinculado (MacDraw Pro)
Los determinantes.
Los determinantes son los componentes de la motivación que están
direc-tamente influenciados por el contexto en el que el alumno se
encuentra. En nuestro modelo, corresponden a las maneras que el alumno
percibe las actividades de en-señanza y aprendiza que debe realizar. Hay
tres tipos de percepción:
* la percepción del valor de una actividad
* la percepción de su competencia para llevarla a cabo
* la percepción del control de su desarrollo y de sus consecuencias
Estas tres percepciones conduce al alumno a plantearse tres cuestiones:
1. ¿Por es necesario hacer esta actividad?
2. ¿Soy capaz de llevarla a cabo?
3. ¿Tengo un control sobre su desarrollo y consecuencias?
Nuestra elección de estas percepciones no significa que no existan otras
que influyan sobre la motivación de un alumno. Estas son las que más
influyen sobre la motivación en el contexto escolar.
Los Indicadores
Son componentes que permiten medir el grado de motivación de un alumno. La
elección de comenzar una actividad, la perseverancia y el compromiso
cognitivo por cumplirla son los principales indicadores de la motivación de
un alumno.
Los indicadores que acabamos de mencionar influyen en un último, el
resul-tado (la calificación) del alumno.
Con la ayuda de estos determinantes y de estos indicadores, nosotros
po-demos ahora analizar la dinámica motivacional de nuestro modelo, que
está sim-bolizado por las flechas de la figura.
2.2. La dinámica motivacional
La dinámica motivacional de nuestro modelo comporta muchas relaciones:
* La primera une los determinantes y los indicadores: la manera en que un
alum-no percibe las actividades de enseñanza y aprendizaje influye su
elección de comprometerse cognitivamente en ellas y de perseverar hasta que
alcanza el nivel de realización (calificación) que el desea alcanzar.
* La dinámica motivacional comporta igualmente relaciones entre los tipos
de percepción que hemos mencionado más arriba. En efecto, el valor que un
alumno tiene del valor de una actividad, la percepción de su competencia en
triunfar y la percepción del control que puede ejercer sobre su desarrollo
son percepciones que se influyen mutuamente. Son como los multiplicadores
de un producto; si uno de ellos es igual a cero, el resultado total es
igual a cero. Si una de las percepciones es mala, la motivación disminuye
considerable-mente, aunque las otras dos percepciones sean buenas.
* Por fin, la dinámica motivacional implica una relación entre los
indicadores. Esta relación es más evidente, si un alumno se compromete en
una actividad y la cumple con perseverancia, es porque el desea hacerla..
en cuanto a la rela-ción entre el compromiso cognitivo y la perseverancia,
investigaciones re-cientes confirman lo que ya se pensaba: cuanto más se
empeña un alumno en una actividad de aprendizaje, más persevera; también,
cuanto más se com-promete un alumno y persevera en una actividad, mejor es
su realización (calificación).
* Es importante acordarse de que el conjunto de los componentes de la
motiva-ción están sometidos a un determinismo recíproco: un componente
puede ser causa de un fenómeno y convertirse a continuación en efecto de
otro. Es así en los componentes de nuestro modelo: nosotros hemos definido
los indica-dores de la motivación como efectos de la motivación, pero en
una etapa final de la dinámica motivacional ellos se vuelven causas, pues
ellos influyen, por intermediación del resultado (calificación), en las
percepciones de los alum-nos. Este juego de reciprocidad no es fácil
controlarlo, pero es crucial para explicar la dinámica motivacional en el
contexto escolar.
2.3. De la dinámica motivacional al perfil motivacional
Sin transformarse completamente en cada instante, la dinámica motiva-cional
de un alumno evoluciona constantemente. En efecto, está influenciada por
los acontecimientos importantes que él vive. Es prácticamente imposible
para un profesor tener en cuenta las modificaciones continuas de la
dinámica motivacional de un alumno. Cuando un profesor intenta mejorar la
dinámica motivacional de un alumno, debe de basar su intervención sobre la
dinámica motivacional de este alumno en el estado en que ella se encuentra
en el momento preciso en que él deci-de mejorarla. La imagen fija que se
obtiene de la dinámica motivacional de un alumno se llama el perfil
motivacional del alumno. Se define como el retrato del estado de los
componentes motivacionales de un alumno que debe acometer una actividad de
enseñanza o de aprendizaje.
Es posible establecer un perfil motivacional utilizando diferentes técnicas
como la observación, la entrevista y el cuestionario. De todas maneras , el
perfil motivacional no constituye mas que una primera etapa a alcanzar para
aumentar o mantener su motivación.
3. Los determinantes de la motivación.
Según la aproximación sociocognitiva del aprendizaje, la motivación del
alumno está influencia principalmente por sus percepciones. Es importante
com-prender el concepto de autopercepción, pues nuestro modelo está
constituido de dos percepciones que son parte de ella, a saber la
percepción de su competencia y la percepción del control.
3.1. El concepto de percepción de uno mismo (autopercepción):
Los conocimientos de uno mismo son los conocimientos que una persona tienen
sobre ella misma y que utiliza y modifica según los acontecimientos que
vive .Estas percepciones de uno mismo son organizadas en la memoria en
redes de in-formación.
No existen falsas percepciones de uno mismo, pues ellas corresponden a lo
que una persona cree sinceramente ser. Sin embargo, las percepciones de uno
mismo pueden ser realistas o irrealistas (el alumno que suspende
matemáticas y física y cree que le será fácil estudiar ingeniería). Este
ejemplo nos muestra hasta qué punto la intervención de un profesor en una
situación semejante es delicada, pues el debe de convertir las percepciones
de los alumnos en más realistas, sin a la vez disminuir su motivación por
trabajar para alcanzar la meta.
La percepción de uno mismo hace que un alumno se cree una imagen de él
mismo en tanto que aprendiz. La importancia de estas percepciones de uno
mismo en el contexto escolar han conducido a algunos autores a afirmar que
no son tanto las capacidades reales del alumno las que cuentan el
cumplimiento de una tarea de aprendizaje, sino más bien aquellas que piensa
tener. Diferentes personas poseyendo habilidades parecidas, o una misma
persona en diferentes ocasiones, pueden obtener resultados flojos
(débiles), adecuados o superiores, según el caso (BANDURA).
3.2. La percepción del valor de una actividad.
La percepción del valor de una actividad es un juicio que un alumno emite
sobre la utilidad de aquella en vistas a alcanzar los objetivos que
persigue. Esta definición comporta dos elementos importantes: la utilidad
de una actividad y el tipo de objetivo que el alumno se fija.
En lo que concierne al lado utilitario de una actividad, conviene recordar
que un aluno se compromete raramente en una actividad por el simple placer
de ha-cerla. La mayoría de los alumnos estiman que el colegio es un lugar
serio y que las actividades que les son presentadas persiguen objetivos que
no tienen relaciones in-mediatas ni directas con la búsqueda de placer
(TARDIFF).
Un día u otro los alumnos suelen preguntarse ¿Qué me aporta hacer esta
actividad?
La percepción del valor de una actividad depende igualmente de los
objeti-vos que el alumno se fija. Un alumno sin objetivos es un alumno que
difícilmente puede valorar una actividad de enseñanza o aprendizaje. Es por
lo que los objetivos conscientes o inconscientes que un alumno persigue
forman parte de la mayoría de los modelos que explican la motivación en el
contexto escolar.
La importancia de los objetivos en la percepción del valor de una actividad.
Un objetivo consiste en la representación cognitiva que un alumno tienen de
lo que él quiere conseguir (WENTZEL, 1992). Un alumno tienen muchos
objeti-vos declarados o no declarados cuando está en clase. Podemos
clasificarlos en obje-tivos sociales y escolares.
Los objetivos sociales conciernen a la relación que un alumno establece con
los otros alumnos y con el profesor. Estos objetivos, desgraciadamente, no
son suficientes para motivar al alumno a comprometerse en una actividad y
perseve-rar. Son necesarios también los objetivos escolares.
Los objetivos escolares tienen relación con el aprendizaje y con sus
con-secuencias.
* Los objetivos de aprendizaje son los que se persiguen cuando se realiza
una activi-dad de aprendizaje para adquirir conocimientos. Un alumno que
valora una activi-dad porque ella le permite conocer mejor una materia o
adquirir ciertas habilidades persigue objetivos de aprendizaje. (Motivación
intrínseca).
* Objetivos de realización (calificación) son los que se persiguen cuando
se quiere triunfar en una actividad para que los otros nos estimen o nos
reconozcan, o para obtener una recompensa o unas felicitaciones, etc.
(Motivación extrínseca)
El concepto de perspectiva futura permite comprender mejor la relación
entre los objetivos de un alumno y la percepción del valor de una actividad.
El concepto de perspectiva futura.
Algunos investigadores afirman "que una persona no reacciona a su entor-no,
sino que "pro-actúa" (interviene, se pone en acción), es decir, que ella se
pone en acción, actúa, en función de los objetivos que se ha fijado".
Los objetivos de una persona se extienden sobre un período de tiempo
com-prendiendo el corto, medio y largo plazo. El concepto de perspectiva de
futuro puede ser definido precisamente por este distanciamiento de los
objetivos en el porvenir de una persona.
Los investigadores han mostrado que la relación entre la perspectiva de
fu-turo y la edad de las personas es curvilínea, es decir que ella está
representada so-bre un gráfico por una curva en forma de campana: así la
curva de la perspectiva futura crece con la edad, alcanza su máximo en la
edad adulta y disminuye en el caso de las apersonas mayores.
En el contexto escolar, el nivel de perspectiva futura de un alumno influye
en la percepción del valor de una actividad.
* En efecto, un alumno cuyas aspiraciones está claras y cuyos objetivos
para realizarlas están bien jerarquizados en el tiempo, está en mejores
condiciones de percibir el valor de una actividad, incluso si ella no le
ofrece recompensas inmediatas.
* Por el contrario, un alumno que tiene una perspectiva de futuro limitada
y cu-yos objetivos son confusos o están poco estructurados no tiene un
punto de referencia para juzgar el valor de una actividad, sobre todo si
ella no le aporta satisfacción inmediata.
La perspectiva futura nos permite comprender que un alumno sin ningún
objetivo en la vida, es un alumno que vive en el momento presente. Tal
alumno sólo busca en la actividad la satisfacción inmediata.
La determinación de objetivos a corto, medio y largo plazo están en la base
de la percepción de una actividad. ¿Es posible juzgar una actividad inútil
teniendo los objetivos bien definidos?
En resumen:
La percepción del valor de una actividad es pues un determinante
impor-tante en la motivación, pues si un alumno no percibe la utilidad de
llevar a cabo una actividad, su motivación se resentirá y es probable que
decida no comprome-terse. Nosotros presentamos cuatro principios sobre los
que reposan las estrate-gias de intervención:
1. Para que un alumno perciba el valor de una actividad es necesario que
tenga objetivos escolares.
2. Es preciso que el alumno valore lo más posible el aprendizaje, es decir
que se comprometa en una actividad para adquirir conocimientos.
3. Los objetivos de realización (calificación) pueden influir positivamente
en la percepción que un alumno tienen del valor de una actividad.
4. No se deben oponer los objetivos de aprendizaje a los objetivos de
realización (calificación), sino buscar su complementariedad.
3.3. La percepción de su competencia para realizar una actividad.
Es la percepción de uno mismo por la cual esta persona, antes de empren-der
una actividad que comporta un grado elevado de incertidumbre en cuanto a su
culminación con éxito, evalúa sus capacidades para cumplirla de manera
adecua-da.
Un punto importante se desprende de la definición que precede: el proceso
de autoevaluación que está en el origen de la percepción que una persona
tiene de su competencia se desarrolla solamente por las actividades que
comportan un alto nivel de incertidumbre en cuanto a su desarrollo con
éxito. Una persona no tiene que evaluar su capacidad de éxito en
actividades que realiza con frecuencia, pues conoce el nivel de competencia
exigido. El contexto escolar comporta, muchas acti-vidades a las cuales el
alumno está habituado, pero igualmente un contexto en el que se le exige
adquirir nuevos conocimientos, cumplir actividades obligatorias y trabajar
con otros alumnos que no son necesariamente sus amigos. Un medio se-mejante
puede causar incertidumbre en el alumno y conducirle a preguntarse
constantemente si es capaz de hacer lo que se le pide.
No se puede confundir la percepción de su competencia para cumplir una
actividad con la percepción de su competencia en general..
La fuentes de la percepción de su competencia.
Según Bandura, la percepción que una persona tiene de su competencia
proviene de cuatro fuentes:
1. Las realizaciones (calificaciones) anteriores.
2. La observación de la ejecución de una actividad por otras personas.
3. La persuasión
4. Sus reacciones psicológicas y emotivas.
Un alumno que tienen una buena opinión de su competencia desea em-prender
actividades cuyo nivel de dificultad es medio o elevado más que débil, pues
con ellas tienen la ocasión de evaluar con más precisión su competencia.
* Esta última observación puede ayudarnos a comprender mejor la falta de
motivación de algunos alumnos considerados fuertes en una clase. En efecto,
un profesor cuya clase se compone de alumnos con capacidades heterogéneas
tiene tendencia a proponerles capacidades de dificultad media a fin de
interesar al mayor número de alumnos posible. Estas actividades son fáciles
para los alumnos más fuertes, y como ellas no ofrecen la posi-bilidad de
juzgar su competencia, se desmotivan y dejan de interesarse.
Hay investigaciones que en vez de estudiar la percepción de su competen-cia
, estudian la competencia en aplicar estrategias de autorregulación.
Resumen:
1. Los profesores y los padres tienen un papel capital que jugaren el
desa-rrollo de la percepción que un alumno tienen de su competencia en
cumplir las actividades escolares.
2. Los alumnos tienen dificultad en ver una percepción realista de su
com-petencia en cumplir actividades.
3. Enseñar a los alumnos a volverse competentes puede ser más provecho-so
que intentar persuadirles de que lo son.
3.4. La percepción del control.
La percepción del control es la percepción que un alumno tienen del grado
de control que posee sobre el desarrollo y las consecuencias de un
actividad que se le propone hacer. Esta percepción, al igual que las
anteriores, es personal.
Los principales factores que influyen en la percepción del control del
alum-no son, para algunos autores, la percepción de su competencia y las
percepciones atribucionales
Las percepciones atribucionales.
Weiner postula que el comportamiento de una persona está influido por la
forma en que ella percibe las causas de lo que le acontece. En el contexto
escolar, las causas invocadas por los alumnos para explicar sus fracasos o
sus éxitos son numerosas. Así, un alumno puede atribuir su fracaso a la
falta de aptitudes inte-lectuales, al poco esfuerzo que ha desplegado, a la
dificultad de una tarea, a la suer-te, a la incompetencia de sus
profesores, etc.
Weiner ha clasificado estas causas en tres dimensiones: El motivo de la
causa, su estabilidad y el grado de control que el alumno puede tener sobre
ella.
* El motivo de la causa permite hacer la distinción entre causas internas
(aptitudes intelectuales, talento, esfuerzo fatiga) o externas (dificultad
de una tarea, suerte, calidad de la enseñanza, compañeros, etc.).
* La estabilidad de la causa es una dimensión que permite diferenciar las
causas en cuanto a su temporalidad: carácter permanente a los ojos del
alumno (inteligencia) o carácter modificable (esfuerzo).
* El control de la causa permite distinguir las causas en cuento a la
res-ponsabilidad del alumno. Una causa es controlable cuando un alumno
percibe que habría podido evitarla si hubiera querido (esfuerzo,
estrate-gias de aprendizaje); por el contrario, es incontrolable cuando él
per-cibe que no tienen ningún poder sobre ella (suerte).
Es importante no limitar la percepción del control a esta última
dimen-sión de las percepciones atribucionales. No olvidemos que las
percep-ciones atribucionales se dirigen sobre algo pasado, mientras que la
per-cepción del control se dirige a los acontecimientos o a las actividades
por venir.
INTERNA EXTERNA
Estable Modificable Estable Modificable
Controlable Estrategias de aprendizaje Esfuerzo Programa
escolar Percepciones del profesor
Incontrolable Aptitudes inte-lectuales Enfermedad Nivel de
dificul-tad de una activi-dad Humor del profe-sor
Algunas causas son más difíciles de clasificar que otras. No existe una
buena res-puesta para casos dudosos, puesto que se trata de percepciones.
Estas tres dimensiones que permiten clasificar una causa muestran la
relación intima que existe entre las percepciones atribucionales de un
alumno y su percep-ción del control de la actividad.
Seligman habla de "impotencia aprendida" a una reacción de abandono por
parte del aluno, que es provocada por la creencia de que haga lo que haga
no llegará a nada. Otros autores la llaman la "resignación adquirida", es
probablemente la for-ma más extrema de percepción de incontrolabilidad que
un alumno puede manifes-tar.
En resumen:
1. La percepción que un alumno tiene del grado de control que puede tener
sobre una actividad depende en gran parte de sus percepciones
atribucionales.
2. Las dimensiones atribucionales nos ayudan mejor a circunscribir la
percepción del control del alumno.
3. La impotencia adquirida es la forma más negativa de la percepción del
control que un alumno puede tener.
4. Los indicadores de la motivación.
Son cuatro: la decisión de hacer la actividad, la perseverancia en su
cum-plimiento, el compromiso cognitivo y el resultado (calificación)
obtenido.
Hay que hacer dos llamadas de atención:
1. Los indicadores que nosotros estudiamos aquí no resultan únicamente de
la motivación; son igualmente tributarios de los factores cognitivos. El
modelo de motivación que proponemos no tienen en cuenta variables
cognitivas y sociales del aprendizaje, incluso aunque ellas influyan de
diferente grado en los componentes de la motivación.
2. Concierne a la terminología que usamos. Es útil distinguir los
indicado-res de la motivación de sus determinantes definiendo los primeros
como fuentes y los segundos como consecuencias, pero no conviene olvidar
que los indicadores pueden convertirse en causas y los determinantes en
consecuencias.
4.1. La decisión.
En nuestro modelo de motivación la decisión es el primer indicador de la
motivación de un alumno. Un alumno motivado decide emprender una actividad
de aprendizaje mientras que un alumno desmotivado tiene tendencia a
evitarla.
* Se ha constatado que algunos alumnos desmotivados fingen cumplir una
actividad recurriendo a estrategias de evitamiento antes que a estrategias
de aprendizaje.
* Una estrategia de evitamiento es un comportamiento que un alumno intenta
adoptar para evitar el comprometerse en una actividad o para retardar el
momento en que el deberá terminarla. Estrategias que los alumnos dicen
adoptar para evitar cumplir actividades de aprendizaje: mirar las imágenes
en el diccionario, levantarse para sacar punta a un lapicero, subrayar con
un lapicero las palabras escritas, solicitar explicaciones inútiles, hacer
repetir al profesor para ganar tiempo, etc.
4.2. La perseverancia
Este término está utilizado en el sentido de tenacidad (no testarudez,
obs-tinación). La definición que damos de perseverancia está más asociada a
la dura-ción de un trabajo. En efecto, nosotros medimos la perseverancia
calculando el tiempo que el alumno consagra a actividades como la toma de
notas, el cumpli-miento de los ejercicios, la comprensión de sus errores,
el estudio de manuales, etc.
La perseverancia juega un papel capital cuando el alumno llega a casa, pues
el debe, después de haber estado en clase, hacer él mismo los deberes. Un
alumno da pruebas de perseverancia cuando dedica el tiempo necesario a
ejecutar sus trabajos, revisar la materia presentada en clase, se prepara
para la próxima lección, etc. Desgraciadamente, numerosos alumnos creen
todavía que el aprendi-zaje es un proceso rápido y que se puede aprender en
unas horas.
La perseverancia es un predictor del éxito, cuanto más persevera un alumno
en el cumplimiento de una tarea, más posibilidades tiene de triunfar. Los
alumnos no deben creer que es suficiente pasar horas trabajando para
asegurar la calidad de un trabajo. Es necesario igualmente que ellos tengan
esfuerzos de cali-dad. (No solo cantidad de tiempo trabajado).
4.3. El compromiso cognitivo
La atención y la concentración son los términos que priorizan los
profeso-res para calificar los comportamientos ejemplares. En las
investigaciones en pe-dagogía se utiliza el término empeño cognitivo
(compromiso cognitivo) para desig-nar esta realidad. El compromiso
cognitivo se define como la utilización de un alumno de estrategias de
aprendizaje y de estrategias de autorregulación para lle-var a término una
actividad.
Como se podrá constatar estos dos tipos de actividades están íntimamente
relacionadas y son utilizadas simultáneamente por los alumnos. Nosotros las
es-tudiamos por separado, pues exigen por parte del alumno niveles de
compromiso diferentes.
Las estrategias de aprendizaje.
Son medios que los alumnos pueden utilizar para adquirir, integrar y
recor-dar los conocimientos que se les enseña. Son las más eficaces para
adquirir cono-cimientos declarativos: estrategias de memorización, de
organización y de ela-boración.
Las estrategias de memorización
* Son los medios que un alumno utiliza cuando se le pide una actividad que
le exi-ge retener información factual como nombres, datos, reglas o
ecuaciones.
* Estas estrategias son importantes, pues en muchos cursos, sobre todos en
los que se incluye una nueva materia, contienen una gran cantidad de
informacio-nes factuales.
* Las estrategias de memorización no permiten a un alumno comprender
fenóme-nos e integrarlos con sus conocimientos anteriores.
* Las estrategias de memorización son más útiles a un alumno débil que a un
alumno que posee ya los conocimientos necesarios para ir más en profundidad
en la comprensión de una materia.
Las estrategias de organización
* Son utilizadas sobre todo por un alumno que desea almacenar gran cantidad
de informaciones complejas. Se trata para el alumno de organizar de forma
dife-rente datos con el fin de integrarlos más fácilmente en sus
conocimientos y memorizarlos. Cuando las informaciones son más complejas y
numerosas, el esquema es una estrategia de organización eficaz, pues ella
permite no sólo cla-sificar los principales conceptos, sino también
ilustrarlos con interacciones.
* Las estrategias de organización son tan importantes para el aprendizaje
como las estrategias de elaboración. Son estrategias que el alumno utiliza
espontánea-mente, pero que su enseñanza puede ayudar a utilizarlas en el
momento oportu-no de forma eficaz.
* Las estrategias de organización más usuales son: el subrayado, la nota
bibliográ-fica, el esquema, cuadros sinópticos, etc.
Las estrategias de elaboración
* Nos permiten integrar nuevos conocimientos en los que ya poseemos. Las
es-trategias más eficaces son las siguientes: parafrasear, resumir, hacer
analogías, tomar apuntes, elaborar mapas conceptuales, etc.
En resumen:
1. Diferentes estrategias para diferentes situaciones.
2. Es necesario se capaz de explicar porque las estrategias de aprendizaje
son eficaces.
3. Las estrategias de aprendizaje deben corresponder a los conocimientos y
a las habilidades de los alumnos.
4. La eficacia de una estrategia debe ser válida en un contexto de clase
para las personas que tendrán que utilizarla.
Las estrategias de autorregulación
Las estrategias de autorregulación.
Son estrategias cognitivas que el alumno utiliza consciente, sistemática y
constantemente cuando asume la responsabilidad de su aprendizaje: estos
tres calificativos significan que el alumno que utiliza estas estrategias
sabe lo que debe hacer cuando el realiza una actividad de aprendizaje, la
hace de forma ordenada y esto para cada actividad que se le propone hacer.
* Al ser estrategias cognitivas utilizadas por el alumno, no son
observables, en to-do caso se pueden observar las acciones en que ellas se
traducen.
* El aprendizaje no es un fenómeno que llegue a los alumnos; es más un
fenómeno que llega por los alumnos (ZIMMERMAN, 1989).
* Las estrategias de autorregulación permiten al alumno ser el responsable
de su propio aprendizaje.
* Zimmerman califica las estrategias de autorregulación en tres categorías:
meta-cognitivas, de gestión y motivacionales.
ESTRATEGIAS
METACOGNITIVAS ESTRATEGIAS
DE GESTIÓN ESTRATEGIAS
MOTIVACIONALES
La planificación Escoger un ritmo de aprendi-zaje Fijarse
objetivos a alcanzar
El monitoring Escoger un lugar de aprendi-zaje Proponerse retos
elevados
La autoevaluación Elegir recursos humanos y materiales Recompensarse
La planificación
* Consiste en examinar lo que se pide hacer en una actividad con el fin de
fijarse los objetivos de trabajo y elegir las estrategias de aprendizaje
que permitan realizarla de la mejor forma posible.
El monitoring
* Estrategia metacognitiva utilizada cuando se ha finalizado una actividad.
Consiste en evaluar constantemente la eficacia de las estrategias de
apren-dizaje que se utilizan para ajustarlas a las necesidades que se
tengan en cada momento. Permiten verificar si estamos atentos o "en la
luna", si se recuerda lo que se ha ido haciendo, controlando, de esta
manera, nuestro grado de atención.
La autoevaluación
* Estrategia consisten en evaluar los aprendizajes realizados midiendo el
grado de consecución de los objetivos que nos hemos fijado. A menudo se
intenta escamotear esta estrategia acudiendo al profesor para que diga si
el trabajo está bien hecho o nos falta algo.
En resumen:
1. Es tan importante trabajar bien como trabajar intensamente.
2. El profesor no debe tener por adquirido que los alumnos son capaces de
ser autónomos en su aprendizaje, sea cual sea su edad.
3. Es posible enseñar estrategias de autorregulación y es deseable que el
profesor se fije objetivos de enseñanza de este tipo.
4.4. El resultado (performance).
Para la mayoría de los intervinientes en el medio escolar, la realización
co-rresponde a los resultados observables del aprendizaje.
El término performance se limita a designar los comportamientos que
tra-ducen la utilización por el alumno ya de conocimientos declarativos, ya
conoci-mientos procedimentales o incluso estrategias de aprendizaje o
autorregulación.
El resultado juega un papel mayor en la dinámica motivaciones. Para el
alumno, no obstante, éste es más que una demostración. Es igualmente una
ac-ción sobre la que se le juzgará como persona.