UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA (UAB)

Fundación Gaztelueta

¿Cómo promover el aprendizaje colaborativo utilizando las TIC?
©r Dr. Pere Marquès Graells, 2004 (última revisión: 10/11/04 )

Departamento de Pedagogía Aplicada, Facultad de Educación, UAB

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1.- Introducción

Aprender es una actividad individual (el conocimiento solo existe en la cabeza del que lo construye), pero también es una actividad social (siempre se desarrolla en un marco social a partir de las interacciones entre el aprendiz y su entorno).

Los estudiantes aprenden no solamente para adquirir información sino para desarrollar habilidades que les permitan seleccionarla, organizarla e interpretarla, estableciendo conexiones significativas con sus saberes anteriores con el fin de elaborar conocimientos funcionales para la comprensión y la transformación de la realidad.

Cuando las actividades de aprendizaje se realizan colaborativamente, la "inteligencia" y las capacidades que se aplican están distribuidas entre todos, los estudiantes aprenden unos de otros, se busca la mejora de todos, negociando los significados al construir el conocimiento de manera personal a partir de los diversos puntos de vista de los demás (construcción social del conocimiento, con un enfoque dialéctico aceptando diversas "verdades" y conciliador ante los conflictos).

En este marco, los aprendizajes posibles vienen determinados por el conocimiento que tiene cada alumno, el contexto social en el que desarrollan las actividades de aprendizaje (incluye fuentes de información, canales de comunicación, orientaciones expertas...) y el problema que pretenden resolver de manera colaborativa.

El aprendizaje colaborativo se puede promover de múltiples maneras, utilizando las TIC y también sin ellas. En ambos casos será necesario que el profesorado "sepa" y "quiera" promover este tipo de aprendizaje. Por supuesto también será necesaria la aquiescencia del alumnado.

Además, cuando se quiera desarrollar un aprendizaje colaborativo con el apoyo de las TIC, no bastará con que profesores y alumnos "sepan" y "quieran": será necesario también que "puedan", que dispongan de los recursos tecnológicos idóneos para ello.

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2.- Las aportaciones de las TIC al aprendizaje colaborativo

Para la realización de actividades colaborativas de aprendizaje se requiere acceder a información (materia prima indispensable para la construcción de conocimiento) y obviamente se necesitan canales de comunicación con los demás, con aquellos con los que vamos a realizar las actividades colaborativamente.

Y precisamente esto es lo que nos aportan las TIC: canales de comunicación, fuentes de información y también instrumentos para facilitar el proceso de la misma <http://peremarques.net/tic.htm>.

De todos los elementos que integran las TIC, sin duda el más poderoso y revolucionario es Internet, que nos abre las puertas de una nueva era, la Era Internet, en la que se ubica nuestra actual Sociedad de la Información. Internet nos proporciona un tercer mundo en el que podemos hacer casi todo lo que hacemos en el mundo real y además nos permite desarrollar nuevas actividades, muchas de ellas enriquecedoras de nuestra personalidad y forma de vida (contactar fácilmente con foros telemáticos y personas de todo el mundo, localización inmediata de cualquier tipo de información, teletrabajo, teleformación, teleocio...).

Y es que ahora las personas podemos repartir el tiempo de nuestra vida interactuando en tres mundos: el mundo presencial, de naturaleza física, tangible, constituido por átomos, regido por las leyes del espacio, en el que hay distancias entre las cosas y entre las personas; el mundo intrapersonal de la imaginación y el ciberespacio, de naturaleza  virtual, constituido por bits, libre de las limitaciones que nos impone el espacio, sin distancias.

Con Internet nuestro entorno vital, en el que interaccionamos, nos relacionamos, nos informamos, aprendemos... se hace infinito.Y las posibilidades de aprender "con otros" también: potencialmente podemos comunicarnos fácilmente con cualquier persona del planeta (que tenga e-mail, que sea ciberciudadana) y tenemos a nuestro alcance (casi) toda la información del mundo.

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3.- Las bases tecnológicas de la escuela en la Era Internet al servicio del aprendizaje colaborativo

En este apartado vamos a revisar los principales recursos TIC que requieren las escuelas del siglo XXI para atender los requerimientos formativos de la Sociedad de la Información y para aprovechar las funcionalidades de las TIC en la docencia y en la gestión <http://peremarques.net/perfiles.htm> , y destacaremos de qué manera apoyan la realización de actividades de aprendizaje colaborativas.

3.1.- La pizarra digital en el aula de clase La pizarra digital <http://peremarques.net/pizarra.htm> está integrada por un ordenador multimedia (con DVD, altavoces y micrófono) conectado a Internet y un videoproyector. Muchas veces se dispone también de una impresora, un magnetoscopio, una webcam, una antena de TV....

Su funcionalidad consiste en proyectar sobre una pantalla situada en un lugar relevante del aula cualquier tipo de información procedente del ordenador, de Internet o de cualquier otro dispositivo analógico o digital conectado al sistema: antena de televisión, videoproyector, cámara de vídeo, etc.

De esta forma, profesores y alumnos tienen permanentemente a su disposición un sistema para visualizar y comentar de manera colectiva toda la información que puede proporcionar Internet o la televisión y cualquier otra de que dispongan en cualquier formato: presentaciones multimedia y documentos digitalizados en disco (apuntes, trabajos de clase...) , vídeos, documentos en papel (que pueden capturar con una simple webcam), etc. Y con ello además se facilitan dinámicas de trabajo cooperativo y colaborativo en proyectos.

La organización de la clase en grupos de trabajo colaborativo que realicen diversas tareas exigirá muchas veces que cada grupo comparta con los demás grupos el trabajo que ha realizado, a fin de que sea analizado y debatido entre toda clase. Y para esta puesta en común y revisión en gran grupo, resulta evidente la gran ayuda que supondrá disponer de una pizarra digital en el aula.

3.2.- Las aulas informáticas y las salas multiuso con ordenadores. Además de las aulas informáticas, donde se realiza en gran medida la alfabetización digital de los estudiantes, cada vez se requerirán más espacios (con mesas para trabajo en grupo, ordenadores y conexiones a Internet) para el  trabajo autónomo y en grupo de los estudiantes, ya que en consonancia con los nuevos curricula de marcado carácter aplicativo, sus horarios cada vez contemplarán más tiempos dedicados a esta labor dentro de la escuela.

En el marco que nos ocupa de los aprendizajes colaborativos, la disponibilidad de estos espacios para el trabajo de grupos colaborativos con apoyos TIC facilitará la búsqueda de información, el proceso de datos, la comunicación entre los integrantes del grupo y terceras personas.

Además, para que la escuela pueda realizar una labor compensatoria de apoyo a los estudiantes que no dispongan de ordenador e Internet en casa, algunas de estas salas multiuso deberían estar abiertas más allá de los horarios de clase para que estos estudiantes pudieran utilizarlas cuando lo precisaran.

3.3.- Las plataformas tecnológicas e-centro. Progresivamente los centros docentes van estableciendo su red interna de ordenadores y van creando su propia Intranet (que pueden conectar a Internet) sobre la que construyen plataformas tecnológicas de e-centro: sistemas tecnológicos que a través de un entorno web facilitan los procesos de información (sobre el centro y sus actividades), comunicación (interpersonal, grupal), gestión (personal, grupal, académica, administrativa, tutorial) y enseñanza/aprendizaje (presencial y a distancia).

Entre los servicios que ofrecen esta plataformas podemos destacar los canales de comunicación entre los miembros de la comunidad educativa (e-mail, chats, foros, sistemas de mensajería instantánea...) y los espacios de disco virtual (carpetas personales o grupales) que tanto pueden facilitar la comunicación entre los integrantes de los grupos colaborativos, la compartición de información y hasta el trabajo simultáneo on-line (por ejemplo trabajando con pizarras virtuales y documentos compartidos)

3.4.-El ordenador e Internet en casa. Cada vez resulta más habitual que los estudiantes dispongan en su casa de un ordenador conectado a Internet. Actualmente cerca de un 30% de las familias de nuestro país disponen en casa de esta infraestructura.  En la página web <http://peremarques.net/praord20.htm>, se pueden consultar las características deseables para un ordenador doméstico o escolar hoy en día.

Sin duda, disponer de esta infraestructura en casa permite a los estudiantes aprovechar las TIC para estudiar, desarrollar trabajos y también para “hacer deberes”, completar los aprendizajes de la escuela y acceder (si es necesario) a los servicios de tutoría virtual. Los profesores por su parte, pueden encargarles trabajos más individualizados (aprovechando los múltiples recursos de Internet) y también pueden orientar la realización de trabajos colaborativos en los que participen otros estudiantes de países lejanos: en el ciberespacio no hay distancias.

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4.- Para finalizar

Como hemos destacado, disponiendo de los recursos tecnológicos adecuados (salas multiuso con apoyos TIC donde trabajar en grupo, plataforma e-centro con instrumentos para la comunicación y la compartición de información, pizarras digitales para hacer las puestas en común...) las TIC amplían las posibilidades de realizar actividades colaborativas (recordemos que el ciberespacio nos brinda un entorno vital infinito) y facilitan la transmisión del conocimiento elaborado a toda la clase (por ejemplo con el apoyo de las pizarras digitales)

Además de lo dicho, también podemos considerar el uso de materiales didácticos multimedia que están específicamente orientados a la realización de actividades de aprendizaje colaborativas. Por ejemplo las WebQuest o las Cazas de Tesoros.

No obstante, como hemos indicado en la introducción, tres son las condiciones que deben darse para que los profesores y los alumnos se impliquen en actividades de aprendizaje colaborativo:

- PODER: Tener las infraestructuras adecuadas y suficientes

- SABER: Disponer de la capacitación necesaria en el uso de las TIC y en la dinámica del trabajo colaborativo. El profesorado además deberá tener una formación en "didáctica digital y modelos de aprendizaje colaborativo".

- QUERER: Tener una actitud favorable, implicarse en ello porque se está convencido de las ventajas que proporciona

La dirección de los centros debe velar para que se den estas tres condiciones.

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