- Promover al máximo el equilibrado desarrollo personal (físico, intelectual, emotivo, social...)
- Acercar "la cultura" de la sociedad en la que vivimos (y la cultura son ideas, lenguajes, instrumentos, valores... )
Se prepara para que cada uno pueda desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar en la sociedad y mejorar la calidad de vida.
El objetivo final es que las personas podamos vivir felices en la sociedad y contribuir a mejorarla.
- Coincidiendo con José Antonio Marina, entiendo que la felicidad es la satisfacción armoniosa de nuestras 2 grandes motivaciones: el bienestar (físico, psicológico, económico, seguridad...) y la grandeza (sentirnos grandes, útiles, buenos, capaces, creadores... necesitamos inventar, arriesgarnos, para tener la ocasión de que algo bello exista).
- Y la mejora de la sociedad supone, entre otras cosas, el que ayudemos a los demás, la búsqueda de la verdad y el bien...
Esto más o menos siempre ha sido así, lo que pasa es que ahora no solo podemos decir que ha cambiado la cultura (hemos pasado de una cultura A a otra cultura B con todo lo que esto ya supone de cambio en la visión del mundo, los instrumentos que se utilizan, los valores...) ...
... ahora lo que ocurre es que estamos en una cultura en cambio continuo, de manera que estos instrumentos , ideas, valores... están mutando continuamente (con avances científicos que no tenemos ni tiempo para asimilar), son casi inaprehensibles... y la "sociedad" que constituye nuestro entorno próximo, se dilata a nivel planetario (con la ayuda de los veloces medios de transporte y el ciberespacio)
Por ello hemos de formar personalidades equilibradas y con el mayor desarrollo posible de sus potencialidades, que sepan lo que quieren (esta felicidad y mejora de la sociedad) que sepan enfrentarse (con confianza, buenos recursos metodológicos y el menor estrés posible) a lo desconocido, por supuesto que sepan aprovechar al máximo estos instrumentos que la sociedad les proporciona...
Hay que formar de acuerdo con las peculiaridades de cada uno para el desarrollo de su personalidad y el aprendizaje de lo que sea útil para vivir en la sociedad actual.
Pere Marquès (9-9-2004)
La educación no es solo información, son conocimientos, sabiduría, hábitos, valores...
"El excesivo énfasis que se pone en los aspectos cognoscitivos del aprendizaje contradice el objetivo de la educación integral, descuidando otras dimensiones de la personalidad como la social, la ético-moral, la afectivo-emocional, la formación del pensamiento (apenas se enseña a pensar) o el desarrollo de la sensibilidad artística. Cualquier medio informativo puede competir con la escuela en su tradicional función de transmitir conocimientos. El maestro debe despertar las inteligencias, capacidades, conciencias y actitudes.
Se trata de afrontar juntos la necesidad de aprender a formarse como personas responsables, autónomas y socialmente útiles. Lo que implica también una respuesta moral y activa ante los acontecimientos, un pronunciamiento que obliga a ver, a profundizar investigando la realidad, renombrándola, construyendo simultáneamente ese aprendizaje vivo... que inclina a tomar postura ante los conocimientos.
Hay que enseñar a los estudiantes a pensar bien y por si mismos, que aprendan a distinguir, entre otras cosas, las buenas de las malas razones, los pensamientos claros de los confusos o desacertados, la verdad de la mentira, la realidad de la fantasía, los hechos objetivos de las simples opiniones, la sinceridad de la hipocresía...
A través de la educación se transmiten valores que hacen posible la convivencia, determinando una forma particular de entender la sociedad..., pero igualmente son innegables los cambios sociales debidos a procesos educativos que han encauzado anhelos transformadores que han mejorado la calidad de vida de las personas y los pueblos. La educación, por tanto, se mueve entre la utopía y la reproducción social, entre su dimensión conservadora y los ideales progresistas de cada sociedad. Y el asunto no es educar en valores, sino en cuáles y cómo".
Alfonso Díez Prieto, en Escuela Española nº 3519, 20/12/2001